1.- Relación entres padres e hijos
Es el primero de la lista porque todos los demás dependen directamente de las bases de éste. Es así que, para manejar exitosamente la conducta del hijo(a), usted debe de establecer un sólido apego y cariño con él o ella, el cual debe de caracterizarse en principio mediante miradas positivas (de su parte). El niño(a) imita lo que sus padres dicen y hacen primariamente porque toman en cuenta lo que usted piensa y siente sobre él o ella.
2.- Pasando tiempo o “tiempo de suelo”
Esta regla va de la mano con lo anterior. Usted debe pasar tiempo con su hijo(a) en una base regular que no esté centrada alrededor de los problemas de conducta, y este tiempo debería ser usado para jugar, conversar, y en actividades constructivas de relación. Cuanto más amor y comprensión sienta su hijo(a) por usted, más fácil será manejar su comportamiento.
3.- Desarrollo de conocimiento
Asegúrese de saber lo que su hijo(a) es capaz de hacer dependiendo de su edad. Evita percibir que las malas conductas de su hijo(a) lo realiza “a propósito”; a veces esto es cierto; sin embargo, a menudo es natural para su edad de desarrollo. Conocer esta particularidad ayuda a percibir las conductas inadecuadas con mayor objetividad y menos reactivamente.
4.- Clara delineación de reglas
Esto puede parecer sencillo, pero es muy fácil encontrarse en aprietos en reglas que usted mismo planteó. Igualmente, es igual de problemático si usted no plantea cada parte de las reglas de manera clara y concisa. Evitar señalar muchas reglas juntas, especialmente con niños pequeños. Haga una clara definición de cada una. Tomar en cuenta que, cuanto más pequeño es el niño(a), más exactas deben ser las palabras.
5.- Refuerzo positivo
Atienda, aplauda, felicite, abrace a su hijo(a) cada vez que el niño(a) se ha comportado exitosamente en la manera que usted le ha prescrito. Evite utilizar constantemente inductores materiales para la buena conducta; tales como comprar nuevos juguetes, etc. Los refuerzos deberían estar centrados alrededor de sentimientos de autoestima, cumplimiento y cooperación. Haga algo con su hijo tal como jugar un juego, ir al parque, o simplemente dar elogios verbales y apreciación como recompensa.
6.- Proveyendo consecuencias
Para reglas que no parecen ser seguidas usando refuerzo positivo, los padres deben establecer consecuencias por fallas en la obediencia. Estos deben ser realistas, coincidir con la naturaleza de la infracción, y enseñar algo si es posible. Luego, deben ser consistentemente reforzados. Comience con pequeños tiempos limitados, es decir “tiempo fuera”, como consecuencias (esto es, que permanezca quieto en un lugar a la vista los minutos equivalentes a su edad); y luego lentamente aumente el tiempo o intensidad de la consecuencia por repetir las mismas infracciones (quita de privilegios tales como tv, un juguete, etc). Cuando pueda, use consecuencias naturales; por ejemplo, utilice el dinero de su alcancía para reponer algo que se haya roto.
7.-Repetición
La repetición es una parte integral de todo aprendizaje y dominio. “Si al principio no tiene éxito, trate de nuevo”. Decida cuántas veces repetirá una orden antes de actuar sobre ella. No debería ser más de dos o tres veces para el niño más pequeño y menos para uno mayor. Usted podría comenzar dando advertencia de lo que sucederá si no se sigue la regla, y luego continuar con la consecuencia si la advertencia es ignorada.
8.- Consistencia
Tener consistencia en la aplicación de las reglas y en las consecuencias, ambas son muy importantes. Los niños naturalmente buscan escapatorias tales como desafiar su paciencia cuando está cansado. Pero estos son momentos en los que la consistencia es más importante y efectiva.
9.- Acuerdo entre padres
Si dos padres están involucrados en la crianza del hijo(a), deben estar de acuerdo con cuáles son las reglas, cuáles son las consecuencias, y cuáles son los procedimientos para llevar a cabo las consecuencias. Nunca deje a un niño quedarse en lo que el otro padre haya dicho sin chequear primero y estar seguro de la ocurrencia de los hechos, y asegúrese que usted y su compañero están en completo acuerdo con las reglas antes de tratar de reforzarlas.
10.- Modelo de conducta
Como siempre, quien usted es y cómo actúa es la más potente quía y maestro para su niño. Trátelo(a) con respeto en todas las situaciones, y esfuércese para manejar su conducta con actitud calma que viene de su entendimiento de que el auto-control es sumamente importante para usted y su hijo(a).
Lic. Teresa Pineda Ávalos
Coordinadora Servicio de Psicología
Sede San Juan de Lurigancho